Lo que el editorial de Tartessos no cuenta de una vida interesante

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¿Y tanto para esto? Como anticiparon las notas descubiertas por Indianowatch, esa sensación  mundial en la que se quiere competir con el papa («a nosotros no nos gana nadie en saber lo que es la navidad» Gebara dixit), el anodino discurso de Furth en nombre de Gebara, ha versado en el clásico sostenella y no enmendalla: el futuro es fatal, todo se descompone y nosotros sabemos de qué va la vida (interesante) de verdad.

Ya es raro que en la multinacional cooperativa analista de las redes mundiales no detecte los territorios donde sí la gente tiene fe en el futuro (deben llevar fatal que se haya levantado el rescate bancario a irlandeses y españoles, o el gustito que tienen en Chile), quizá es imputable a la desaparición de la Casa del Rey como referencia de nada. Más interesante, como la vida, resulta ver lo que Gebara decidió no contar, mucho más repasando el resto de los celebérrimos editoriales del pasado. Nadie tembló al leerlos, pero qué bien contado está.

¿Qué hacemos con el NER?

Oigan, ni una referencia a Lankide, ese decrecionista, que al menos sí es consultor y transforma organizaciones en la práctica. Gebara y Tartessos no han hecho ni una de estas. Y por lo menos los nerenitas sacan libros de cosas que realmente hacen. ¿O se dice neranos? Esperen, no podemos saberlo: que ni siquiera están en la Tartesopedia, que los hemos borrado. Que Gebara llegó a escribir una hagiografía con fotos de Lankide. Eso sí, ahí siguen, en espera de asamblea (ciertamente, un gran problema convocar una asamblea de tres que viven y duermen juntos, que Joao y su consorte no son socios ni lo serán: ¿qué se juegan?).

Realmente: ¿qué coño hace Tartessos?

Pues este año lo han confesado: nada. Autocitándose, nos reconocen que «los pocos que suelen adoptar [ideas verdaderamente revolucionarias] por lo general ni siquiera se preocupan activamente de cambiar el mundo. Simplemente se dedican a construir y refinar su visión y a compartirla con aquellos con los que tienen una afinidad genuina, con los que pueden conversar«. Es decir, somos unos tíos guais a los que nos gustaría ser como Virginia Woolf y John Maynard Keynes, pero estamos sentados en el sofá de Bilbao pensando que si el mundo se descompone no hacemos nada para poder evitarlo.

De hecho, sólo hacen chapucillas electrónicas: ay, si los grandes clientes anunciados fueran realmente grandes… en dinero y en dimensión. A ver cómo le pegan un palo a Anesvad y a la maestra de las subvenciones, que el estado se descompondrá, pero queremos su dinero. Atentos, objetivo del 2014, que esto de tener una vida interesante como marca e insistente ejercicio de posicionamiento en Google pronto revelará sus verdaderas intenciones.

El tiempo dedicado a esa colección de artículos con todo tipo de pajas mentales y lacrimógenos recuerdos de la infancia de Adriana demuestra que no hay mucho que hacer. Ya lo decían en 2011, en un editorial desaforado por la intensa actividad de la multinacional que decía trabajar en cinco países, que el coste de oportunidad de tanto pellejo aplicado tenía como gesto más visible el que «seguramente haya sido pasar a un menor ritmo de publicaciones en la web.» O sea, que ahora que no paramos de llenar folios para repetir una vida interesante, una vida interesante, una vida interesante es que… nada de dejarse el pellejo. Menos mal que tenemos a Gerald Brenan, que es muy Bloomsbury, para justificarlo todo: si él se pudo ir a las Alpujarras y no hacer nada más que libritos, nosotros no seremos menos.

Así que todo se recentraliza, pero nosotros también jugamos

Twitter y los libros de caras son malísimos. Fatales. Pero en este año se ha consolidado no sólo una cuenta de twitter, sino que alardeamos de los tuits y retuits con un simbolito (como un gurú del social media cualquiera) en nuestros posts, que se vea que somos modernos. Hemos creado cuentas para las chapucillas electrónicas de Joao y para toda cosa que se nos ha cruzado. Incluso Gebara se monta sus cuentas falsas para sus estrategias de agitación soterradas: él sigue pensando que el mundo es como cuando él se dedicaba a engañar a alcaldes buscando reelección. Jo, jo, jo (esto remeda a Santa Claus, que es navidad y la navidad es estupenda): antes en Tartessos se decía que no se le iba a hacer el caldo gordo a las redes de la recentralización (como todo ejercicio conspiracionista, Tartessos Gebara relata la cosa como si se hubieran puesto todos de acuerdo para que Facebook nos joda el relato ciberpunk).

Phantomaki, esa organización mutante para una vida interesante

Ni una mención al gran éxito internacional de recortes de prensa que Lankide se tragó que servía para que las pymes pudieran tener el poder de la CIA. Oigan, si la gente se traga lo del pan y el vino de las misas, no se van a tragar que Gebara puede hacer la NSA en pequeño con una follamiga. Pero, lo interesante (¡qué vida tan interesante!) es que no dedicamos ni una palabreja a Phantomaki, que en este último año ha pasado a proyecto social cuando en el editorial de 2012 era «una realidad que camina cada vez más autonomamente y que sirve ya cotidianamente a los casi dos millares de personas que hacen el ner group» y en el de 2011 se presentaba como que entraba en «desarrollo de negocio». ¿Negocio? Coño, Gebara, que has escrito que es un proyectito social: en realidad, nos comemos los mocos con ello con contratos irrelevantes (¿cómo se puede vender sofisticación e inteligencia diciendo que es barato, barato, barato?). Fíjate si te canta el aliento que fuiste capaz de escribir: «Por lo que parece vamos muy bien encaminados a conseguir el break even antes de cumplir un año. Pero Fondaki-SIP-ner, necesitando ser sostenible, no se evalúa solo por eso. Es un proyecto social.» ¿Por lo que parece? ¿Hace break even o no? Los números no parecen, son. ¿Qué parecen Gebarita? Este año no has sacado pecho en tu editorial, hay que ver lo que dirías si pitara acorde con tu sueño. O sólo la décima parte. Venga, ponles a todos Los tres días del Condor en el próximo ner eguna, que vas a vender la hostia, pues.

Tenemos nuevos amigos porque no tenemos viejos amigos: la nuestra es una vida interesante

El año pasado Tartessos Gebara lloraba de emoción: «A partir del Fundamento nuestro propio mapa de ruta está cambiando, se nos unió VonStorgen y el Instituto Storge e hicieron de 2012 el año en que arrancamos con ellos la idea de impulsar una nueva cultura de «pies polvorientos» que, siguiendo a nuestro Dogo, diera a conocer, como un juego, el ethos de una vida interesante.» Bastará con clicar los enlaces dedicados a Von Storgen y el Fundamento para encontrar un ejemplo paradigmático de la patraña: los enlaces que ya no tienen página en la Tartesopedia ahora llegan a la Posta Tartesia. Vacíos. Von Storgen ya no existe, borrado. Era un nuevo amigo que ya no es: como tantos otros que han pasado y han sido borrados, siempre tiene Tartessos nuevos amigos porque los viejos, esos no tienen una vida interesante. Ojo a los nuevos amigos de este año, eh, los neovenecianos mediterráneos y vascones que no se enteran de ná. Furth, toma nota, sé hábil y pregunta por el pasado: la primera vez te cuadrará el relato, a la segunda y la tercera te darás cuenta de que te han tomado el pelo. Y tu fe en la descomposición se resquebrajará.

¿Y qué fue del Ecoperiodico? No cualificaba para una vida interesante

Si no hemos vuelto a saber nada de los pies polvorientos (esa metáfora estúpida de quienes no comercian en ningún sitio si no son chapucillas electrónicas), tampoco supimos nada de los herederos del Ecoperiódico, ese regalo inocente a gente interesante como nosotros. Tu follamiga habitual, Gebara, titulaba en 2012 «El ecoperiodico ya tiene proyecto«. ¿Dónde está? ¿Se lo vais a contar a Alan? Quizá en una vida interesante se dice la verdad (¿era eso el hablar sincero?). Queremos la verdad: ¿por qué anunciais un proyecto que nunca sucede?. Como tantos otros. Anda, Furth, promueve la transparencia como nuevo paradigma de la vida interesante, cuéntales que no vale reescribir la historia, explica qué términos se han borrado de Tartesopedia, las personas, qué fue de Serum, de Marketum… Convierte el hablar sincero en un ejercicio de transparencia interna, no porque lo digan los cabrones de IndianoWatch, sino porque en tu vida mínima no puede caber tanta complejidad: de esto no se habla, de esto sí se habla. Ojito, Furth: que has destacado que eres el director cuando el protagonismo es de Tartessos (ejem, de Ismael). No creas lo que te diga Gebara: seguro que no le gusta aunque lo haya visto oficialmente precioso. El director es él. De todo.

Conclusión: en qué consiste de verdad una vida interesante

En fin, un resumen para novatos en la vida tartesia de lo que ha sido el 2013: seguimos en Bilbao sin ningún proyecto internacional (se puede decir que casi ni local: chapucillas electrónicas), no tenemos ningún cliente de verdad, hemos reescrito la Tartesopedia entera y hemos retirado toda la historia de declaraciones y fundamentos que explicaban toda la chirigota de remedos de naciones flotantes transhumantes con las que hemos comido el coco a todos, hemos vuelto a perder otro amigo del alma y hemos engañado a otro para hacer la pantomima de que crecemos. Hemos traído al nuevo para fingir una reducción de exposición de Gebara y ya sólo nos falta organizar un campeonato de pesebres electrónicos. Dedicamos el tiempo al go y escribir artículos larguísimos porque no tenemos otra cosa que hacer y estamos tratando de colarle algo a alguien. Casi del calibre de la Esperanto Urbo: esos idiomas sintéticos (esperanto, tartesioj) que tanto nos gustan pero que no ejercitamos, de los que nos hemos olvidado y sobre los que hemos mentido y puteado. O los hemos usado como maniobra de distracción.

La Gran Cábala de Indianowatch da las gracias a todos sus lectores por este divertidísimo y paródico 2013. Especialmente a todos los que nos escriben desde Bilbao y alrededores dando detalles de todas las fechorías de los tartesios.

Actualización: Sí, siguen compitiendo con el papa. Ay, qué risa:

10 comentarios en “Lo que el editorial de Tartessos no cuenta de una vida interesante

  1. inofensive

    Es señalable que Furth/Gebara hablen de 2013 y no del «año 23» según la cronologia mitológica tartessa. Debe ser la última (hasta la fecha) renuncia a la visibilidad de la jerga abiertamente sectaria tartessa. A que se deberá…

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  2. planeta filé

    Yo estoy intrigado. La Posta se está convirtiendo en la revista de la asociación de amas de casa. Con sus larguísimos artículos infumabilisimos sobre go. Con recetas en todos los articulos femeninos. ¿Es esta una búsqueda de puertos al norte para fondear?¿o asumir la crisis de los 40?

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  3. El Dircom de la Gran Cábala Secreta de la IW Autor

    En la IW sospechamos que (a) se han picado porque hemos sugerido que casi todos los posts los escribe en realidad Gebara, han «contratado» a Alan Furth como editor «profesional», y se han puesto todos a escribir con entusiasmo, y (b) no tienen otra cosa que hacer. Porque de contratos importantes (o medianos, o tirandillo), res de res.

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  8. Señor mayor con barba

    Donde dije Diego digo Twitter… aún recuerdo cuando en Tartessos estaba terminántemente prohibido estar presente en ninguna red social. ¡Imbéciles!, gritaba Ismael, ¡Todos fruto de la descomposición y las plataformas de adhesión! ¡No saben deliberar! ¡Son el enemigo!.
    Ahora, comprobamos el origen de su temor. Las redes sociales no mienten, nadie te sigue, nadie te difunde, nadie te lee, a nadie, en definitiva, le importas.

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